domingo, 27 de diciembre de 2009

La idiosincracia del mexicano

“El laberinto de la soledad”

En esta vida no existe nada más incómodo, complicado y doloroso que escuchar y aceptar nuestra realidad. Aunque sabemos que el humano no es un ser perfecto y que podemos errar en cualquier momento, nuestro orgullo no concibe esa idea, llegando a tomar los cuestionamientos al respecto de nuestros defectos, inclusive, como un insulto. El escritor mexicano Octavio Paz hizo caso omiso a esta serie de prejuicios sociales y publicó en 1950 la obra “El laberinto de la Soledad”, en donde se plasma, mediante 9 capítulos, una fuerte crítica hacia las características más sobresalientes del mexicano.

México es sinónimo de cultura, riqueza, calidez, benevolencia, pasión, color, belleza y sobre todo de gran júbilo en su población. Sin embargo, en nuestro país se manejan circunstancias muy contrarias a lo antes mencionado; la falta de identidad, la doble moral, el machismo, los excesos, el resentimiento y la soledad están arraigados al mexicano, manifestándose a lo largo de nuestra historia.

A pesar de que este libro fue escrito en 1950, la diferencia entre la sociedad que Paz nos describe y la que actualmente conocemos es prácticamente nula, lo cual nos da a entender que toda esta serie de cualidades se mantienen (y se mantendrán) completamente inherentes al mexicano mientras éste quiera.

Desde los pachucos, quienes niegan sus raíces y esconden sus pretensiones y aspiraciones mediante la burla y la sátira; la mujer que se toma en cuenta como un simple objeto sin voz ni voto; el mexicano que la mayor prioridad a la fiesta que a otra cosa, que busca los excesos y le pierde el temor a la muerte; aquel hombre resentido con su propia madre, (quien logró unir y mezclar al indio con el español), llamándole traidora; la verdadera intención de los cabecillas en los grandes movimientos bélicos de nuestro país (Independencia y Revolución), muy distinta a ese maniqueo que muestra a unos como grandes héroes y a otros como terribles villanos; los problemas políticos de México basados en un sistema desequilibrado y basado en las filosofías de la “vieja Europa”; hasta al temor de todo mexicano hacia la soledad, pero que a su vez nos seduce y nos atrae, son situaciones que a todos nosotros como mexicanos nos pueden ser familiares y nos identificamos con ellas, inclusive el mismo autor pudo haber embonado perfectamente en alguna de sus propias críticas.

De una forma grácil y elegante, Octavio Paz denuncia todos los vicios comunes del mexicano, pero más que eso, los estudia, busca su razón de ser, las causas que crean estos comportamientos y las consecuencias que conllevan, puesto que al ser parte de nosotros no es razón para que nos avergoncemos o para que sintamos que somos un pueblo inferior, sino para que analicemos la situación, veamos los puntos positivos, los puntos negativos y salgamos adelante.

Jonathan Peña, FES-Aragón-UNAM

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