La ética, marca el rumbo de toda una vida, ya que si se parte de la idea original de su significado (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’, ‘costumbre’), abarca todos los principios y reglas de conducta a seguir dentro de la sociedad.
Con relación a los estudiantes de cualquier nivel académico, hay mucho que decir. A lo largo del tiempo, los valores y principios se han ido deformando, y esto sin duda, ha alcanzado a todos los sectores de la población. De esta forma, cosas como copiar en un exámen, plagiar un trabajo de cualquier medio (libros, internet, etc), mandar hacer un trabajo, robar las respuestas de exámenes, pagar por una calificación, etc., han pasado a un primer plano, donde todo esto es común, parte de la vida estudiantil, y sin darse cuenta, lo único a lo que se está contribuyendo es a formar parásitos en al sociedad, que más tarde tomarán un lugar de trabajo y no sabrán más que lo que siempre hicieron en la escuela: corrupción.
¡Sí! Por que la corrupción no sólo está en los más altos mandos como pensamos, sino que empieza desde las pequeñas acciones. Para la mayoría, entre más fácil sea es mejor y esto ha sembrado una corrupción tal, que se ve reflejado a niveles estratosféricos. Sin embargo, la ética estudiantil es otra. Ante todo está la honestidad, el respeto y la entrega. Se trata de hacer lo que realmente corresponde llevar a cabo y no tomar el camino fácil.
Y si realmente se desea que el mundo cambie, la respuesta está en cada persona, empezando por sí mismo, entendiendo que si existe la ética es por algo y que llevarla a cabo nos llevará a un buen éxito en la vida.
Elisa Trejo, FES-Aragón-UNAM
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