La ética en el estudiante

Los seres humanos contamos con dos cualidades que nos diferencian de las demás especies en el planeta: la libertad y la voluntad.
Como voluntad entendemos que es la facultad con la cual el individuo determina si hace o no alguna cosa, lo cual va muy de la mano con el concepto de libertad ya que ésta nos hace obrar según nos parezca. Es decir con la libertad podemos elegir qué hacer y en seguida determinamos si lo hacemos o no.
Hay cosas que dependen de nuestra voluntad y eso es ser libre, pero todo depende totalmente de ellas, porque no todo lo controlamos a nuestro gusto. El ser humano muchas veces entra en conflicto con esto, porque no siempre va a aceptar que hay reglas y que existen cosas que se permiten y otras que no. En particular el estudiante está más inmerso en este problema porque o no nos gusta que haya siempre una figura que nos diga qué hacer o nos sentimos reprimidos por no hacer lo que queremos.
Pero, la realidad es que hay normas y tenemos que respetarlas. No es valido que cuando (hablando del mundo estudiantil) nos dejan algún trabajo, lo copiamos tal cual de algún sitio de internet y nos lo adjudiquemos como nuestro. Es muy común no hacer las cosas bien cuando uno es estudiante, o no tener ética ya que muchas veces nos malacostumbran desde pequeños a copiar y copiar, desde pasar exactamente a nuestro cuaderno la biografía de Miguel Hidalgo hasta copiar el concepto del diccionario. Y cuando se llega a la universidad muchas veces no se tiene la capacidad para desarrollar una idea por uno mismo y por ende lo que decidimos es copiar (otra vez).
Aunque esa pueda ser una muy buena explicación de porque copiamos ideas de otros, muchas veces tiene que ver con el hecho de que tenemos ese muy mal hábito, que algunos piensan que es del mexicano en general: de dejar todo al final.
Creo que ese es el común denominador de las fallas que tenemos como estudiantes, porque en lugar de ponernos a hacer tarea, leer, o informarnos, preferimos hacer otras cosas y cuando ya llega la hora de realizar lo que de verdad importa más, vaya porque somos estudiantes y a eso nos dedicamos, el tiempo se nos viene encima por querer cumplir y hacernos creer que somos buenos estudiantes y entregamos lo primero y más fácil que encontramos y ese lugar es claro, la internet.
Nosotros mismos sabemos que esas acciones están mal y a pesar de saberlo seguimos haciéndolo.
La solución estaría en tomar conciencia de que un estudiante se dedica a estudiar y nos evitaríamos muchas decepciones de los profesores y de nosotros mismos.

Erika Rivera, FES-Aragón-UNAM